¿Por qué no fue castigado Aarón por hacer el becerro de oro?

¿Por qué no fue castigado Aarón por hacer el becerro de oro? Respuesta



Cuando Aarón construyó un becerro de oro para que los israelitas lo adoraran en Éxodo 32, un juicio severo cayó sobre el pueblo. Sin embargo, Aarón pasó a servir como sumo sacerdote. Difícilmente parece justo que él escape al castigo—él fue quien hizo el ídolo, después de todo—mientras que otros fueron juzgados.



Hay dos respuestas posibles. Primero, uno podría hacer un caso sólido de que Aaron era castigado por hacer el becerro de oro. Aunque no fue castigado en ese momento exacto, Aarón moriría más tarde en el desierto y nunca entraría en la Tierra Prometida. Aarón también soportó la pérdida de dos de sus hijos adultos en un juicio de Dios. Después de que Aarón hizo el becerro de oro, su vida incluyó muchas dificultades que podrían verse como un castigo.





Una segunda respuesta es que Dios no castigó a Aarón por hacer el becerro de oro porque Aarón ya había sido escogido como sumo sacerdote de Israel. A pesar del pecado de Aarón, su papel en la dirección de la adoración en el tabernáculo siguió siendo vital. Éxodo 28 revela el importante papel que jugarían Aarón y sus hijos en los rituales de adoración de Israel. La posición de sumo sacerdote fue prometida en Éxodo 28 antes de Moldeado por Aarón del becerro de oro en Éxodo 32.



Es seguro decir que Dios usó a una persona poco probable para servir en un papel importante. Aarón, el hombre que desvió a los israelitas para que adoraran un becerro de oro, fue el mismo hombre que Dios escogió para guiar a Israel en la adoración del Señor. Este patrón se observa a menudo en las Escrituras. Muchas veces, Dios usa a los menos aptos para realizar tareas para Su gloria. Otros ejemplos incluyen a David, un pastorcillo convertido en rey; Pablo, un perseguidor de la iglesia que se convirtió en mártir y líder misionero; Peter, un pescador convertido en evangelista; María Magdalena, una mujer endemoniada que fue la primera en ver a Jesús resucitado; y muchos otros. Lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; Dios escogió lo débil del mundo para avergonzar a lo fuerte (1 Corintios 1:27).



También es importante considerar otros dos factores relacionados con Aarón y el becerro de oro. Primero, Aarón habría estado entre los que se arrepintieron del pecado. Éxodo 32:26 dice: Moisés se paró a la puerta del campamento y dijo: ¿Quién está del lado de Jehová? Venid a mí. Y todos los hijos de Leví se juntaron a su alrededor. Como hijo de Leví, Aarón fue uno de los que se arrepintieron y Dios perdonó. Segundo, el versículo 30 señala que Moisés intercedió por el pueblo: Gran pecado habéis cometido. Y ahora subiré al SEÑOR; tal vez pueda hacer expiación por tu pecado.



El ejemplo de Aarón y el becerro de oro es relevante aún hoy. Cuando pecamos, el Señor nos llama a arrepentirnos y recibir Su perdón, basado en la intercesión de nuestro Mediador, el Señor Jesucristo (1 Timoteo 2:5). Cuando somos restaurados, Dios puede usar nuestra vida en Su servicio.



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